Destino Valle del Nalón
Un río, un valle, una historia minera... tu destino en Asturias
Senda de Llantamartín (PR-AS 204)
La Senda de Llantamartín, de unos 15 km de recorrido circular no exento de dificultades, asciende desde la aldea del mismo nombre en el Valle del Río La Venta hacia el Alto de San Tirso, cresteando por las Sierras de La Fernosa y el Monte Payuste, que separan Langreo de Oviedo, hasta alcanzar El Picaxu, donde la mirada se sobrecoge del paisaje del centro de Asturias y la inconfundible silueta de la Sierra del Aramo en el horizonte.
El pueblo de Llantamartín, con sus hórreos y viviendas tradicionales y al que llegamos por un desvío a la derecha en el lugar de Troncos por la carretera que une Frieres con el Alto de San Tirso (AS-245), puede ser un buen inicio de esta senda circular. Se recomienda ir por el centro de Llantamartín y girar a la derecha tras rebasar una pequeña plazoleta con un hórreo. Desde ahí ascenderemos entre el bosque a las cimas de la Sierra de La Fernosa hasta el Monte Payuste, desde donde se divisan incomparables vistas que sobrecogen al caminante de los Picos de Europa, las sierras del Sueve, El Aramo y Peñamayor, el Valle del Nalón e incluso la mar en días despejados.
Continuaremos hacia El Picaxu o El Escobín que, con sus 714 metros, como marca su buzón de cumbres, es el punto más elevado de esta senda y el más alto del municipio de Oviedo. En sus laderas se hallaron en el pasado importantes restos arqueológicos de origen castreño y más adelante encontraremos la Bocamina de El Nozal, a 554 m. de altitud, una antigua explotación minera de cinabrio. La senda desciende hacia el Alto de San Tirso para internarse desde La Vega por el bosque de robles y castaños del Monte Valle Oscuro hacia las proximidades de la aldea abandonada de La Vallina, bajando a continuación a La Raposa, desde donde volveremos a subir hasta la bella aldea de La Cebosa.
Descenderemos ya hacia el fondo del valle por la carretera que une Lada con San Tiso (LA-4) y un poco antes del pueblo de El Carmen, al que podemos acercarnos a conocer su santuario mariano del siglo XVIII, del que destaca su espadaña y una imagen de la Virgen de la misma época. Bajaremos después por pista asfaltada hasta Espineo ya de vuelta hacia Llantamartín, no sin antes pasar por La Güeria y cruzar la carretera en el pueblo de Ruíu, desde donde se sube por el monte a Llantamartín.